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Cuando hablamos de emprendimiento, a muchas personas el concepto no les trae a la mente una idea clara y definida. A pesar de ser un término muy utilizado en las últimas dos décadas por las nuevas generaciones, lo cierto es que el emprendimiento se ha desarrollado a lo largo de la historia de la humanidad.

El IESE Business School de la Universidad de Navarra en Barcelona, en su publicación Los Emprendedores Sociales, define al emprendimiento como la capacidad que implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando la creatividad del emprendedor, sus habilidades, visión y persistencia con un manejo controlado de su exposición al riesgo (Curto Grau,2012).

La idea de integrar conceptos del emprendimiento para el desarrollo de proyectos culturales y artísticos, también ha tenido su propio auge con el uso de estrategias y métodos empresariales para construir modelos de negocios sostenibles que promuevan la creatividad artística y a su vez, respondan a las necesidades de la sociedad, mientras contribuyen a la creación de nuevas fuentes de trabajo para los artistas y todas las personas involucradas en el proyecto. Por otra parte, se ha vuelto atractivo por ser asociado con el deseo de obtener beneficios colaterales, como:

  • Contar con una autonomía laboral
  • Tener un horario flexible
  • Aumentar exponencialmente los ingresos
  • Contar con el trabajo ideal
  • Implementar ideas creativas
  • Aportar al desarrollo del ecosistema cultural al que pertenecemos, entre muchas otras.

En cierta manera, el emprendedor(a) se ha convertido en un figura emblemática que sabe qué hacer para sacar adelante, por sus propios medios, un proyecto en el que cree apasionadamente, quien asume los riesgos y busca la manera de materializar las ideas. Si bien, esta es un vía que puede elegirse libremente con el fin de crear propuestas artísticas con impacto y permanencia en el mercado, es necesario decir que el emprendedor, como figura central, requiere de ciertas aptitudes y cualidades para que su camino sea brillante, para lo cual se requiere estar muy bien preparado(a)

De acuerdo con el reporte 2019 de la compañía Startup Genome se indica que uno de cada 12 emprendedores logra construir un negocio exitoso, señalando como puntos de quiebre la omisión de una implementación adecuada de procesos estratégicos para la ejecución del proyecto en materia de producción, de comercialización y marketing, así como el poco conocimiento en la aplicación de procesos administrativos para del manejo de recursos financieros y del talento humano. (Genome, 2019).

El emprendimiento sí es posible y es un opción que brinda mucha satisfacción y crecimiento, tanto personal como profesional, sin embargo, es necesario conocer las formas de materializar las ideas.

Si te interesa emprender en tu nuevo proyecto, enseguida te comparto algunas consideraciones que debes tomar en cuenta:

1. El emprendimiento es un trabajo de tiempo completo y requerirá de toda tu atención y enfoque para llevarlo a cabo.
2. Emprender significa entender el concepto de esfuerzo y sacrificio, y en lo primeros meses, el sacrificio podría ser, incluso…tu propio salario.
3. Es fundamental que seas una persona proactiva. La responsabilidad del emprendimiento se conjuga en primera persona. Todas las decisiones que marcan el rumbo de tu proyecto dependerán de ti y de tu empeño para inspirar a tu equipo de trabajo y a las personas que te rodean.
4. Antes de comenzar, debes tener objetivos y metas claras que puedan alcanzarse dentro de una temporalidad definida. Para ello, es muy importante que desarrolles un plan de trabajo que te sirva para medir y cuantificar los resultados una vez iniciado tu proyecto.
5. Siempre serás un(a) artista y tu creatividad será la esencia de tu proyecto, sin embargo, es imprescindible que cuentes con el conocimiento en temas esenciales del funcionamiento del negocio como es la administración, la gestión del recurso financiero, el conocimiento de las necesidades del mercado en el que te encuentras y el cómo atraer público para convertirlo en consumidor de tu servicio o producto.

Si bien, algunos puntos que menciono son conocimientos que puedes adquirir, el éxito de tu proyecto dependerá en gran medida de tu perseverancia, consistencia, enfoque, disciplina, convicción y sobre todo, deseo de que las cosas funcionen.

Que tengas una excelente semana y espero tus comentarios.

Saludos,
Rafael Alcalá

 

 

Referencias y fuentes
Curto Grau, M. (2012). Los emprendedores sociales: innovación al servicio del cambio social. «La Caixa» De Responsabilidad Social De La Empresa Y Gobierno Corporativo, (13). Recuperado de https://fdocuments.ec/document/cuaderno-iese-emprendedores-sociales-innovacion-al-servicio-del-cambio-social.html
Genome. (2019). Global Startup Ecosystems Report 2019. Crunchbase Community Contributor Series. Recuperado de https://startupgenome.com/reports/global-startup-ecosystem-report-2019

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