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Hoy en día, el ser artista o dedicarse al arte en cualquiera de sus diversas manifestaciones va más allá de la producción o creación artística en sí. Actualmente, el artista requiere una serie de aptitudes sociales, incluso de comunicación para poder difundir y llegar a mas personas, así como el tener conocimientos sobre el manejo de su carrera, desde los aspectos legales o financieros hasta otros tantos que forman parte de la vida cotidiana del artista profesional.

El historiador de arte, Vicenc Furio, en su cátedra La sociología del Arte, hace mención que usualmente se discuten aspectos técnicos o filosóficos de una obra, de la identidad del artista, o de su libertad e individualismo, sin embargo, en muchas ocasiones se aísla completamente del contexto social y cultural en el cual desarrolla todo su quehacer como creador(a). (Furio, 2000). Este planteamiento nos lleva a reflexionar sobre la importancia de obtener una formación que se sustente en habilidades que hagan frente al cambio con mayor impacto en las nuevas realidades como es la creatividad, la innovación, el trabajo colaborativo, o la capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos.

De acuerdo con un documento de trabajo de la UNESCO realizado en 1998 y titulado, La Educación Superior del Siglo XXI. Visión y Acción. (UNESCO, 1998), ya se exponían varias habilidades que debían adquirir los nuevos profesionistas de las nuevas generaciones en respuesta a lo requerido por un mundo laboral cambiante y competitivo. Ese documento las englobó principalmente en cinco capacidades:

1. trabajar en equipo;
2. la flexibilidad para la adaptación:
3. destacar en habilidades que atraviesen diferentes disciplinas con nociones en diversos campos de conocimiento;
4. la preparación para la internacionalización del mercado laboral mediante una comprensión de diversas culturas y formas de ver la vida; y
5. contribuir a la innovación y la creatividad para hacer frente a las incertidumbres del momento.

Dos décadas después, en el 2022, podemos constatar que estas habilidades sí son requeridas en la formación profesional del artista ya que siguen siendo más vigentes que nunca, evidenciadas por una pandemia mundial que azotó fuertemente al gremio artístico desde el inicio.

Enseguida te comparto un análisis de estas habilidades adecuadas a nuestro quehacer artístico que espero te sirvan tanto en tu formación como en tu carrera profesional:

1. Busca siempre trabajar en equipo y construir redes de colaboración. Aunque pareciera una habilidad obvia y necesaria, debe hacerse notar que una realidad existente en los diversos gremios artísticos es la fragmentación ocasionada por la idea de que el trabajo en equipo debe suceder exclusivamente con personas con las que se simpatiza y se comparten preferencias personales, es decir “...primero somos amigo(a)s y después decidimos si trabajamos juntos o no”. Si bien, es importante tener ideas y conceptos generales en común con las personas con las que compartimos un trabajo o proyecto, es todavía más importante buscar las fortalezas y áreas de oportunidad de una colaboración que beneficie a todas las personas implicadas. 
2. Amplía tu nivel de flexibilidad. Reinvéntate constantemente y transforma la manera de hacer todo lo relacionado con tu quehacer artístico. Escucha, analiza, y realiza los cambios que signifiquen un bien común. Este ejercicio te preparará para enfrentar situaciones adversas cuando estas sucedan, incluso para poder prevenirlas.




3. Diversifica tu conocimiento en áreas que complementen tu quehacer artístico principal. Si bien, es importante convertirse en un experto(a), en el siglo XXI la polivalencia es necesaria, principalmente en áreas transversales que te ayuden a tu crecimiento profesional. Para el artista creador/ejecutante/performer, el adentrarse en áreas como la docencia o la gestión, crean un valor agregado diferenciador, debido a que estas áreas complementarias contribuyen a la construcción de tu camino para alcanzar tus metas.

4. Busca oportunidades para conocer otros puntos de vista, opiniones y formas de ver el mundo. Conéctate, escucha, aprende y comparte con otras personas (artistas) que piensen como tú y distinto a ti, que ayuden a ampliar tu visión tanto personal como profesional. Además de tener como artistas la responsabilidad de contribuir a promover los valores de un mundo diverso e inclusivo, el ampliar nuestro panorama sin duda, tendrá impacto en los logros de las metas y objetivos profesionales.

5. Imitar y asimilar para innovar. Toma la secuencia que utilizaste para aprender tu disciplina artística y aplícala para promover tu constante desarrollo y crecimiento. Imita a personas y artistas que admires su carrera profesional para aprender de ello(s); asimila lo que hacen y extrae lo que te sirva para implementar en tu quehacer; y por último, innova para encontrar nuevas maneras y vías de hacer las cosas. El aprendizaje continuo es clave.
   
   

   Espero que estas recomendaciones te sirvan para alcanzar tus metas y objetivos profesionales. Te invito a participar en la discusión y espero tus comentarios para que juntos contribuyamos a la construcción de una comunidad de artistas cada día más fuerte.

   Saludos,

   Rafael Alcalá

    

Fuentes
Furió, V. (2000). Sociología del arte (segunda edición). Madrid: Cátedra.
UNESCO. (1998). «La Educación Superior en el Siglo XXI. Visión y acción». Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. Documento de Trabajo. París.